Este libro comienza con las estafas tal como fueron concebidas (y realizadas) a partir del siglo XIX, cuando los efectos de la Revolución Industrial de la centuria anterior se dejaron sentir en todos los rincones de la vida cotidiana de las sociedades occidentales. Se pregunta qué papel se les otorga a los estafadores y a los estafados, se cuestiona si la representación social más extendida es capaz de abarcar, verdaderamente, lo que significa estafar o ser estafado. ¿Por qué el cine hace, de los estafadores, unos héroes románticos? ¿Por qué no podemos identificarnos con ese heroísmo cuando el diario nos trae noticias de ancianos a quienes les esquilmaron los ahorros de toda la vida? Las variedades de estafas ocuparían tantos tomos que llenarían bibliotecas enteras. Por eso se rastrean y explicitan las que componen con mayor seguridad el linaje que desemboca en los timos digitales del siglo XXI. Estafas estrafalarias se consiguen a montones, pero elegimos un tono y una perspectiva que, sin montarse en el informe técnico ni en el ensayo sociológico, tampoco se rinda ante el pintoresquismo de los cuentos del tío. Porque… ¿Quién no cayó alguna vez?