«Resolvió tirarlo al lago. Bueno, dicho así suena feo; mejor sería decir “resolvió esparcir sus cenizas en el lago”. La cuestión es que ahí lo tiró. Eso de tener la urna en casa, sobre la chimenea, un recordatorio permanente en su vida cotidiana como algo sagrado, no era para ella. No se veía a sí misma como esas viudas de las películas, vestidas de negro, con el pañuelito en la mano, suspirando mientras miran en dirección al jarrón donde está él. O lo que queda de él. Que quién sabe. Porque se pudieron haber confundido y entregado las cenizas de otro. Total, no es que alguien vaya a abrir la urna, meter el dedo para sacar un poquito de polvo, probar, revolear los ojos y decir: “Mmm, ese sabor... Debe ser él”.»
Convertirse en viuda, asumir plenamente ese estado y transitarlo constituye una tarea ardua de la que poco o nada se habla. Desde el Sindicato nos proponemos acompañar en los primeros tiempos, esos momentos de desubicación en los que nos sentimos perdidas. Brindamos asesoramiento legal, organizamos cursos de capacitación, talleres de arte y abrimos la discusión a diferentes temáticas que abordan la viudez. ¿Cómo nombrarlo ahora que no está? ¿Qué hacer con los anillos? ¿Qué pasa con nuestra sexualidad? Compartimos experiencias, generamos proyectos y editamos la revista La viuda lectora, un espacio de expresión para nuestras socias. Si querés sumarte, anotate en Secretaría y nos contactaremos con vos.
Laura Alicia Weinberg nació en Buenos Aires, en 1957. Desde 1986 es patagónica por elección. Pasó la mayor parte de su vida en instituciones educativas, como alumna y como docente. Desde siempre le atrajeron los textos y los textiles. Su casa está llena de cuadernos, libretas, anotadores y papelitos en los que intenta conservar listas de tareas y compras, recetas, ideas, reflexiones, recuerdos, sueños. En su búsqueda de expresión incursionó en la cerámica y en el dibujo. Actualmente explora y enhebra textos y puntadas. Publicó algunos artículos pedagógicos. Esta es su primera publicación literaria.